Si te han recomendado tomar clases de Técnica Alexander pero no sabes qué es o para qué sirve, ¡estás en el lugar correcto!

La Técnica Alexander es un método práctico de reeducación psicofísica que ayuda a entender y utilizar nuestro organismo de forma más consciente y saludable. La técnica se basa en la idea de que cada uno de nosotros funciona como un todo indivisible, por lo que los profesores enseñamos una manera práctica y sencilla de prevenir conscientemente hábitos perjudiciales, como la excesiva tensión muscular y el esfuerzo al realizar nuestras actividades diarias. El proceso de aprendizaje siempre está enfocado en mejorar el «uso» general que hacemos de nosotros mismos, lo que resulta en una mejora del funcionamiento de todo nuestro organismo. En las clases, los alumnos aprenden a reducir las tensiones innecesarias y mejoran su coordinación, fluidez y eficiencia de movimiento, equilibrio, respiración y su salud en general.

En 1994, se hizo una investigación en el British Medical Journal en la que la Técnica Alexander fue calificada como una de las disciplinas más eficientes en la rehabilitación y prevención de dolor de cuello y espalda, y desde entonces forma parte del sistema nacional de salud del Reino Unido (NHS), gracias a esto es utilizada como parte de tratamientos de lesiones musculoesqueléticas, neuromusculares, en el tratamiento de trastornos alimenticios, tratamientos psicológicos, en la prevención de lesiones de atletas de alto rendimiento, y como herramienta para mejorar la salud de empleados de fábricas y oficinas de empresas, mejorando considerablemente los índices de salud laboral.

Dentro del mundo de las artes escénicas, las clases de Técnica Alexander forman parte de la currícula de instituciones como son: Royal College of Music, Boston Conservatory, Berklee College of Music, Manhattan School of Music, Curtis Institute of Music, The Julliard School, Conservatorium Van Amsterdam, Denison University, por mencionar algunas. Su práctica mejora el rendimiento de los artistas escénicos, además de enseñarles a prevenir lesiones derivadas de su práctica cotidiana, y ayudarles a afrontar la ansiedad escénica de manera sana y constructiva.

Las sesiones de Técnica Alexander pueden ayudar a desarrollar una capacidad de movimiento que sea estable y libre a la vez, conocer y entender nuestros hábitos para desarrollar la capacidad de decidirlos, desarrollar una mejor conexión con nuestros sentidos somáticos para aprender a usarlos de manera más consciente, reducir el riesgo de enfermedades y dolencias ocasionadas por cómo manejamos el estrés de la vida cotidiana, prevenir dolencias relacionadas con la tensión muscular, mejorar la calidad de nuestra respiración, aprender a afrontar la ansiedad de manera constructiva, la práctica de la Técnica Alexander mejora el funcionamiento general de nuestro organismo y eso resulta en una mejora considerable de nuestra calidad de vida en general.

Cualquiera puede tomar sesiones de Técnica Alexander y encontrar una utilidad invaluable en su práctica y aplicar lo aprendido a las actividades de su vida cotidiana, lo que resultará en una mejora de su calidad de vida.