La ansiedad antes, durante y después de las presentaciones

EDUCACIÓN

Ansiedad escénica: la ansiedad antes, durante y después de las presentaciones en público

Como músico, sé lo difícil que puede ser rendir al máximo cuando más importa: ya sea en una clase, una audición, un examen, o grabación. Incluso después de prepararte a fondo, es común sentir que no estás en tu mejor nivel en el "momento de la verdad".

Pero la realidad es que la ansiedad escénica no solo afecta el desempeño frente al público, sino que puede surgir también durante otras situaciones de exposición, como cuando debes entregar un examen escrito o presentar un trabajo que será evaluado. Esta ansiedad puede convertirse en un obstáculo serio a largo plazo, afectando tu confianza y, en casos extremos, llevándote a desarrollar problemas físicos como dolores y lesiones, e incluso a abandonar tu carrera.

Es fácil caer en intentar ignorar o reprimir las emociones asociadas con la ansiedad, pero hacerlo generalmente no es útil. La clave está en cómo manejas los pensamientos que las producen. Al prestar atención a tus pensamientos y emociones, en lugar de evadirlos, puedes aprender a utilizarlos para mejorar tu rendimiento musical.

Hoy hablaremos sobre la ansiedad escénica en sus tres formas más comunes: antes, durante y después de una presentación.

Entender cómo se manifiesta la ansiedad en estos distintos momentos te permitirá identificar sus síntomas y, encontrar caminos para gestionarlos y utilizarlos a tu favor, para potenciar tu práctica y desempeño en el escenario.

La ansiedad antes de la presentación: el miedo que crece con el tiempo

La ansiedad escénica suele comenzar mucho antes de que subas al escenario. Desde días o incluso semanas antes, empiezas a sentir que la fecha de la presentación se acerca rápidamente y, con ella, la presión. Tienes la sensación de que el tiempo pasa demasiado rápido y que no lograrás prepararte como quisieras, de que no tendrás suficiente tiempo para practicar, lo que te genera bastante presión y estrés.

Las preocupaciones empiezan a aparecer. Lentamente y sin que te des cuenta, la ansiedad empieza a llevarte a tomar decisiones irracionales, por ejemplo, puedes caer en practicar de forma obsesiva por horas y horas y horas, con la esperanza de que si “te preparas bien”, estos pensamientos y sensaciones van a desaparecer.

O también puede ocurrir que no logras organizarte para practicar lo suficiente. Los pensamientos negativos invaden tu mente: el miedo a equivocarte, a sacar malas calificaciones, a la falta de reconocimiento, al fracaso, o al rechazo te abruman

Otros síntomas de la ansiedad escénica previa a las presentaciones pueden ser:

Preocupación constante por tu rendimiento.
Insomnio o dificultad para descansar.
Falta de apetito o cambios en los hábitos alimenticios.
Irritabilidad o estrés innecesarios.
Miedos irracionales como enfermarte o lesionarte justo antes de la actuación.

Muchas veces, estos miedos pueden llevarte a tomar la decisión de dejar de hacer actividades que disfrutas, como practicar algún deporte, salir con amigos, o pasar tiempo haciendo cosas con las que piensas que estás “perdiendo tiempo que podrías estar usando para practicar”.

La ansiedad durante la presentación: el miedo en su punto máximo

Cuando finalmente llega el momento de tocar, es común que los músicos experimenten una sensación de pánico que paraliza. Los síntomas de ansiedad durante la presentación pueden clasificarse en dos tipos:

Síntomas cognitivos/afectivos:

Miedo a cometer errores.
Falta de concentración.
Pensamientos negativos y autocríticos.
Pánico o ansiedad generalizada.
Irritabilidad o nerviosismo.

Síntomas físicos:

Manos frías o temblorosas.
Aceleración del ritmo cardíaco.
Sudoración excesiva.
Enrojecimiento de la cara.
Respiración rápida o superficial.
Tensión muscular.

La ansiedad tiende a intensificarse cuando te enfrentas a una audiencia, incluso si es solo una persona, o cuando grabas tu actuación frente a una cámara, o incluso cuando debes presentar un examen escrito. El miedo de cometer errores o olvidar lo que has estudiado puede nublar tu mente justo antes de subir al escenario. En esos momentos, los pensamientos irracionales toman el control, y todos los ejercicios de relajación que has practicado parecen inútiles. El tiempo parece alargarse interminablemente, y la sensación de que el momento de salir a tocar nunca llegará es casi palpable.

Sin embargo, una vez que estás en el escenario y comienzas a tocar, las emociones y la ansiedad tienden a disminuir gradualmente. Aunque es posible que cometas algunos errores, tu entrenamiento te permite continuar, y pronto el tiempo parece volar. Cuando te das cuenta, la presentación ha terminado.

Es importante tener en cuenta que, aunque la ansiedad suele disminuir durante la actuación, la idea de que con el tiempo y la experiencia de tocar en público la ansiedad se “curará” por completo es un malentendido común. Esta creencia puede llevar a los músicos a ignorar la ansiedad persistente, lo que, con el tiempo, puede derivar en problemas de salud física y mental.

La ansiedad post-presentación: la crítica interna que nunca termina

Pocas personas hablan sobre la ansiedad que se experimenta después de la presentación, pero es más común de lo que parece. Aunque el público te felicite y todo haya salido bien, puede que sientas que no cumpliste con tus propias expectativas.

Puedes sentir insatisfacción, pensando en todo lo que podrías haber hecho mejor o que pudiste haberte preparado mejor, o que podrías haber tenido mayor concentración o que podrías haber calentado mejor. Incluso los pequeños errores en otro momento pasarían desapercibidos, te afectan como si fueran una tragedia total..

Este tipo de ansiedad, aunque menos tomada en cuenta, puede ser igual de intensa que la ansiedad antes o durante la presentación. Los pensamientos sobre lo que podrías haber hecho diferente te persiguen durante días, y la insatisfacción con tu desempeño puede hacer que te resulte difícil disfrutar de los logros. Incluso los pequeños errores, que quizás el público ni notó, pueden parecer enormes para ti.

Los síntomas de ansiedad post-presentación incluyen:

Insomnio o dificultad para dormir por pensar en la actuación.
Autocrítica excesiva.
Sentimiento de insatisfacción o frustración.
Miedos irracionales sobre lo que los demás pensaron de tu actuación.
Dificultad para aceptar las felicitaciones o comentarios positivos.

Siempre es importante dar un paso atrás y no dejar que estos pensamientos afecten tu bienestar. La autocrítica excesiva es contraproducente, y la mejor forma de evaluar tu desempeño es con objetividad. Siempre es bueno grabar tus presentaciones y esperar un par de días antes de revisarlas con la mayor objetividad posible.

Existen prácticas cotidianas que te ayudarán a tener una mayor objetividad a la hora de calificar tu desempeño, considero que no es algo que “ocurre solo”, la objetividad con nuestro trabajo es algo que se puede practicar y en lo que podemos mejorar.

En conclusión, la ansiedad escénica es algo con lo que la mayoría de los músicos lidiamos en algún momento de nuestra carrera. Ya sea antes, durante o después de una presentación, reconocer cómo se manifiesta en ti es el primer paso para aprender a gestionarla.

Si algunos de los ejemplos o síntomas que mencioné en el artículo te parecieron familiares, te animo a que realices el cuestionario que te compartiré en el botón que está al final de este artículo. Este cuestionario puede ayudarte a identificar con más precisión cómo experimentas la ansiedad, y a reconocer algunos síntomas que quizá no estés tomando en cuenta como parte de esta problemática.

Recuerda, la ansiedad no tiene que ser un obstáculo. Con el enfoque adecuado, puedes aprender a usarla a tu favor y seguir mejorando en tu carrera musical.

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