En las clases de Técnica Alexander se abordan temáticas personales relacionadas a las actividades de cada persona. La duración de cada clase es de 60 minutos y no se requiere tener conocimientos. El objetivo principal de la técnica es la reeducación de la manera en que pensamos nuestro movimiento, con el fin de desarrollar la habilidad de observarnos de manera activa en nuestras actividades cotidianas.

Durante las clases se trabajan procedimientos que facilitan cambios en el pensamiento y equilibrio, lo que resulta en una modificación significativa en nuestra tensión muscular habitual. El progreso de cada persona es individual y depende de cada quien, pero los beneficios suelen ser reconocibles desde la segunda o tercera clase, e incluso desde la primera en algunos casos.

La práctica se trata de aprender sobre nuestro propio organismo, nuestras reacciones y las posibilidades que tenemos de elegirlas. La práctica nos ayuda a reestablecer la coordinación consciente de nuestros movimientos, y a desarrollar la capacidad de decidir cómo queremos hacer las cosas que hacemos, lo que nos otorga una verdadera libertad de movimiento.

Estas clases pueden ayudarte a desarrollar una capacidad de movimiento estable y libre a la vez, conocer y entender tus hábitos para desarrollar la capacidad de decidirlos, mejorar la conexión con tus sentidos somáticos, reducir el riesgo de enfermedades y dolencias ocasionadas por el estrés, prevenir dolencias relacionadas con la tensión muscular, mejorar la calidad de tu respiración, y entender cómo funciona tu organismo para tratarlo con más cariño y compasión.

Clases individuales de Técnica Alexander